¿Cuántos tipos de análisis fundamental hay?

Normalmente se clasifica a los inversores que realizan análisis fundamental según las características de los valores en los que invierten en dos estilos: valor (value) y crecimiento (growth). Observando los ratios de valoración, rentabilidad y crecimiento de las empresas en las que invierten se puede situar a los inversores, gestores o analistas en una de estas dos categorías, sin necesidad de preguntarle cuestiones como por ejemplo la manera en la que seleccionan los valores.

Siete motivos para mantener una duración negativa

Un inversor me ha hecho, hace poco, una serie de preguntas relativas a la conveniencia o no de mantener una duración negativa en renta fija. Esta posición funciona generando plusvalías si los tipos a largo plazo aumentan su rentabilidad desde los niveles actuales y, por el contrario, generando pérdidas si bajan. Tras unos meses de mal comportamiento de esa posición el inversor realizó las siguientes preguntas: ¿Se necesita cobertura? ¿Qué tipo de cobertura? ¿De qué subyacente? ¿Qué duración? ¿Qué cantidad? ¿Cuándo revisar / evaluar?

El precio de invertir diferente

Hace 12 años tuve una discusión con uno de mis jefes. Uno de los indicadores que utilizaban las gestoras de fondos para controlar el riesgo que asumíamos los gestores era el Tracking Error, medida que cuantifica la dispersión diaria de rentabilidad entre un fondo y su índice se referencia. No podíamos pasarnos de ciertos límites, es decir, querían que el resultado de los fondos no se diferenciase mucho de los índices.

Cuando se pierde el miedo a la inflación

Desde que se ha normalizado el uso de Internet la inflación no es un problema grave para las economías desarrolladas. Para algunos, la inflación es una enfermedad del pasado que ya no va a volver. Cuando se cumplen 28 años desde el estallido de la burbuja inmobiliaria de Japón, parece que los países desarrollados no tienen otro futuro que el bajo crecimiento y la baja inflación.

Inversores a largo plazo de boquilla

Decir que inviertes a largo plazo es el último grito. Cada vez hay más inversores que afirman orgullosos tener un extenso horizonte de inversión y que seleccionan los activos utilizando argumentos acordes con ese plazo. Sin embargo, a menudo cuando se analizan las operaciones realizadas

Análisis de Norwegian, una inversión en dificultades

A los inversores nos toca analizar inversiones que no han ido bien. Es ese el momento en que nos replanteamos la inversión y juzgamos las decisiones pasadas. Es muy habitual considerar las inversiones en las que se ha ganado dinero como aciertos y a aquellas en las que se ha perdido como errores. Sin embargo, esta aproximación basada en el resultado tiene dos problemas: no nos ayuda a decidir qué hacer de cara al futuro y no nos permite aprender de la experiencia.

¿Es el momento de reducir riesgo?

Esta pregunta que me ha realizado un periodista de un medio especializado en economía e inversiones durante la semana, la considero pertinente porque es una duda de muchos inversores tras un inicio de año de rápidas subidas en los principales índices bursátiles. En la pregunta está implícita una manera muy extendida de enfocar las inversiones que considero errónea.

El BCE al rescate, mientras la inflación lo permita

La semana pasada el BCE ha vuelto a dar muestras de que hará todo lo que esté en su mano para evitar un nuevo frenazo en la economía. En esta ocasión la medida estrella fue el nuevo retraso de las subidas de tipos. El BCE espera ahora que los tipos se mantengan en los niveles actuales “al menos hasta finales de 2019”. En la reunión del 24 de enero decía: “al menos durante el verano de 2019”.

¿Cómo ser más pobres?

Tengo una manera peculiar de entender el crecimiento económico. Considero que las empresas son el génesis y motor de la economía. Lo hacen trabajando para las personas y/o para otras empresas. Hacen algo útil para alguien y cobran por ello. La actividad de las empresas crea puestos del trabajo (empleados), así como demanda para otras empresas (proveedores) .