Cómo estar siempre preparado para momentos de caídas

La semana pasada destaqué las ventajas que tiene invertir sin agotar el presupuesto de riesgo. A raíz del artículo una persona me preguntó qué hay que hacer para mantener la posibilidad de incrementar el riesgo. Hay dos opciones.

La primera y más utilizada es dejar en ociosa (sin invertir) una parte de la cartera o invertirla en activos de muy bajo riesgo y elevada liquidez (depósitos, letras del tesoro, renta fija de elevada calidad y corto plazo, etc). El inconveniente de esta opción es la baja rentabilidad que se obtiene con esta parte de la cartera.

Puedes leer el artículo completo en El Confidencial, en el blog Rumbo Inversor de Juan Gómez Bada