Línea Directa, una filial diferente

No suele ser una buena idea invertir en las filiales de otras sociedades. Quien mantiene el control, la Matriz, no suele tener los intereses alineados con el resto de accionistas.

El destino natural de toda filial se puede resumir en dos posibilidades: ¡) Acabar vendida si la matriz no le ve futuro como negocio o ii) ser recomprada a precio de saldo, sin posibilidad de oposición, si la matriz confía en el modelo de negocio. Un ejemplo lo expliqué hace unos años en este artículo sobre Telefónica.

No obstante, sobre el comportamiento general siempre existen las excepciones y este es el caso de Linea Directa Aseguradora. A diferencia de otras salidas a bolsa, en este caso los accionistas de Bankinter recibieron un número de acciones, reservándose Bankinter un 17,4% para mantener el control. Al no recibir ningún ingreso por ellas, no tenía incentivos a colocar las acciones de Línea Directa lo más caras posibles.

Un año y medio después, Jaime Botín, primer accionista de Bankinter mantiene el número de acciones que le entregaron, por lo que mantiene la misma participación que cuando Línea Directa era parte integrante de Bankinter. ¿Qué gana él y el resto de accionistas con esto?

Al separar los dos modelos de negocio se genera valor al permitir que cada uno siga el camino más conveniente. Incluso compiten a día de hoy al haber alcanzado Bankinter un acuerdo con Liberty Seguros para la comercialización de sus seguros. Línea Directa, por su parte, apuesta por un modelo de venta directa, es decir, sin intermediarios, vía internet y teléfono. Compiten con modelos de negocio completamente distintos.

¿Tiene incentivo Jaime Botín o cualquier otro accionista de ambas empresas en generar un euro de rentabilidad en una u otra empresa? No.

Puedes leer el artículo completo en el blog Rumbo Inversor de El Confindencial