Por qué me fijo en la medicina para invertir mejor

En mis comienzos como gestor de fondos tuve la suerte de contar con dos personas muy cercanas a mí que razonadamente negaban la utilidad de mi trabajo. La primera es mi madre. Sostenía que la economía no era una ciencia, sino un género literario. Era de la opinión de que solo servía para explicar crisis pasadas y nunca para predecirlas. Mantiene que nadie sabe cuándo se va a producir la próxima crisis, ni qué va a hacer la bolsa en el futuro.

Puedes leer el artículo completo en El Confidencial, en el blog Rumbo Inversor de Juan Gómez Bada