Las otras consecuencias de la guerra comercial para Estados Unidos

Los estadounidenses son pragmáticos. Mientras la economía vaya bien no tienen mucho que objetar a su presidente. Pueden no estar de acuerdo con sus políticas o sus formas pero valoran positivamente que Trump se centre en hacer crecer su economía.

La histórica reducción del impuesto de sociedades (del 35% al 21%) está suponiendo un revulsivo para la actividad y es un potente bálsamo interno para que su presidente pueda emprender su guerra comercial con el objetivo de reducir el crónico déficit comercial americano.

Puedes leer el artículo completo en El Confidencial, en el blog Rumbo Inversor de Juan Gómez Bada